Cortesía en los regalos

La costumbre de regalar a los anfitriones, a las personas a las que le debemos pleitesía, al estar en un evento social, etc tiene su propia etiqueta.


1. Etiqueta para aceptarlos / entregarlos.

Siempre que alguien es regalado rechazará el presente en tres ocasiones antes de aceptarla a la cuarta vez, igual que la persona que regala insistirá estas veces hasta que lo acepte.

La primera vez que se rechaza en regalo la persona regalada lo hará alegando que no lo merece, como muestra de humildad.
El que regala dirá el motivo principal por el cual había pensado en aquel regalo (por ejemplo un regalo por su hospitalidad en la casa ya que le está haciendo un favor).

A continuación habrá un segundo rechazo.
Se alegará un motivo por el cual se rechaza el presente (Cómo no voy a acogerte en mi casa si somos amigos de siempre).

Quien ofrece el regalo entonces alabará el hecho de que ese motivo se vea tan básico que no la estime merecedora del presente.
El tercer rechazo del presente se produce en el contexto de alabar a la persona que regala y ensalzar el hecho que es esta la que merecería un trato semejante.

Con la cuarta insistencia el que regala señala usualmente que justamente si esa es su opinión aceptará este regalo de todo corazón de alguien a quien ha alabado de tal forma. Y finalmente así es aceptado el regalo.

Es un ritual por el cual se trata de poner la educación por encima del presente.

Aceptar el regalo antes se considera una falta de educación o quizás un mensaje a interpretar.
Por ejemplo, si lo acepta justo cuando el que lo ofrece dice las grandes cosas por las cual se la merece puede ser entendido con un acto de soberbia y autoengrandecimiento.
O si se rechaza más veces de la cuenta dejando claro lo patente del desagrado y la poca cortesía que tiene para no aceptar un presente de buena voluntad.

Zōtō es la palabra usada para el hecho de entregar regalo.
Okaeshi es la palabra empleada para describir el acto de devolver regalo.

2. Cómo se acepta el regalo

El regalo se acepta finalmente cogiéndolo con las dos manos y con una inclinación de cabeza.
El regalo recibido no se abre inmediatamente. De esta forma si cuando el regalo es abierto se descubre no llega a cumplir las expectativas y la norma de etiqueta, gracias a esto se evita la vergüenza tanto del receptor como del donante.

3. ¿Cuándo regalar? 

Siempre se debe llevar un regalo al anfitrión de un casa, un evento, una festividad… Da igual si es un pariente directo con el que haya confianza o alguien a quien debemos impresionar.

Cuando das un regalo, se supone que el que lo recibe debe ser capaz de devolver la generosidad de forma similar y rápida. No debes dar un regalo a alguien que carece de medios para devolvértelo. Esto indica a quien lo recibe que sabes que no puede corresponder tu generosidad, y es un insulto.

En Año nuevo se lleva a cabo el “oseibo” que es una costumbre por la cual se lleva regalos a la rama principal de la familia, a maestros de las artes que practican, a personas importantes en la vida y en los negocios como expresión de gratitud. Como esto pasa durante la corte de invierno es muy importante y hace que haya muchas conversaciones que giren en torno a esto

Otro momento clásico es en mitad de verano, en el festival de obon que se celebra el 15 de julio, festival que se lleva a cabo del para recordar a los antepasados, estableciéndose como una ocasión que se aprovecha para intercambiar regalos con los amigos, señores, vecinos...

4. ¿Qué regalar? 

Los regalos dependen de la celebración, el momento, la persona a la que se le de, el prestigio que uno tenga o el regalado,… No hay una regla genérica. Obviamente no es lo mismo un regalo de boda que el regalo que se lleva a alguien que te ha invitado a cenar.
Regalar algo de un valor muy superior o inferior a lo correcto puede ser usado como una forma velada de burla, ofensa, o poner en aprieto al que lo recibe.
 
Cuidado con lo que regalas

La entrega de té verde es un acto tradicional en funerales y otros servicios fúnebres, de manera que nunca debería darse un bote de té verde como regalo en ocasiones que no sean de duelo. Otro ejemplo son los peines (kushi), un objeto que nunca debería regalarse, ya que su pronunciación es igual a la de la palabra sufrimiento (ku) y la de muerte (shi). Naturalmente, esa semejanza en la pronunciación hace que el peine sea visto como un objeto que puede traer desgracia, dolor y mala suerte en general.

Asimismo, también hay que tener en cuenta el número de regalos que se dan, pues ciertos números tradicionalmente se considera que traen mala suerte. Por ejemplo, uno de los números más conocidos por su mala suerte es el cuatro, considerado de mal augurio porque su pronunciación se asemeja a la de muerte (shi) o nueve que se pronuncia como sufrimiento. Por ello mismo, nunca podremos hacer cuatro regalos a alguien o darle un detalle que consista en cuatro partes, etc.

En samurais, el regalar armas u objetos meramente útiles merece una mención aparte, pues puede convertirse en una ofensa desde el momento en que puede entenderse como que el señor del samurai no es capaz de proporcionarle lo necesario.

5. Cómo se regala.

Es muy importante la presentación del regalo, el envoltorio es casi tan importante y a veces hasta más que el objeto en si mismo, de hecho forma parte del propio regalo, así que es un detalle a cuidar.
Dentro de estos detalles se usan papeles de seda para envolver, telas especiales estampadas a modo de bolsa para trasportar o para envolver también, y se puede perfumar el regalo, se cuida el lazo con el que se cierra, etc
Dependiendo de la ocasión en la que se regala también se prestará atención a los distintos colores, números y formas de hacer el nudo de la cuerda (o mizuhiki) con la que se ata el envoltorio.


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