Edo Shigusa
La norma social en Japón y los valores morales de sus ciudadanos tuvieron que nacer en alguna parte. La cortesía de los japoneses no es algo nuevo. Tenemos que remontarnos al período Edo (1603-1868), momento en el que se implantó una serie de comportamientos sociales que servían para mejorar la convivencia y evitar el conflicto entre miembros de una misma sociedad. Así nació el nuevo Japón.
Para encontrar el origen de la cortesía japonesa tenemos que viajar 400 años en el tiempo. Fue durante el período Edo cuando se produjo un aumento de la población sin precedentes. Las mejoras en las condiciones de vida y en la economía provocaron que una gran cantidad de japoneses se mudaran a la ciudad de Edo (la actual Tokyo).
En una ciudad con tanta densidad de habitantes se hacía necesario un código ético para evitar posibles conflictos y mejorar las relaciones personales. Así fue cómo surgió el Edo Shigusa, término que se podría traducir como el comportamiento y la mentalidad de la época Edo. En resumen, podríamos decir que lo que ahora es Tokyo fue el origen de la cortesía y la forma de ser de los japoneses hasta la actualidad.
Seguir a rajatabla el Edo Shigusa te convertía en un Edokko, o lo que es lo mismo, en una persona ejemplar y residente en el gran Edo. No es una norma, no es un código escrito, es un comportamiento en el que se piensa más en el resto que en uno mismo. Se conocía como la conducta perfecta. ¿En qué consistía este comportamiento? ¿Cómo podía una sociedad entera entrar en armonía?
Seguir a rajatabla el Edo Shigusa te convertía en un Edokko, o lo que es lo mismo, en una persona ejemplar y residente en el gran Edo. No es una norma, no es un código escrito, es un comportamiento en el que se piensa más en el resto que en uno mismo. Se conocía como la conducta perfecta. ¿En qué consistía este comportamiento? ¿Cómo podía una sociedad entera entrar en armonía?
La elite japonesa estaba impregnada de Edo Shigusa, pero este comportamiento también comenzó a expandirse entre la población, comenzando por los mercaderes, para los cuales era fundamental el trato con los clientes. Estos no podían utilizar un lenguaje rudo y tenían que tratar al cliente como a una deidad (tal y como ocurre actualmente). También tenían que cuidar sus posturas, evitando cruzar los brazos y las piernas, sobre todo las mujeres.
En el caso de los ciudadanos de a pie, el comportamiento de un buen Edokko puede sonar trivial y lógico ahora, aunque apenas se aplica en la sociedad actual, sobre todo fuera de Japón.
Comportamientos como apartar el paraguas hacia un lado cuando te cruzas con alguien podrían resultar de lo más normal, pero supuso un gran cambio para la sociedad de Edo. Los paraguas eran de papel, por lo que en las multitudes, si dos personas hacían chocar sus paraguas, ambos iban a terminar mojándose. El Edo Shigusa evitaba este tipo de situaciones.
Comportamientos como apartar el paraguas hacia un lado cuando te cruzas con alguien podrían resultar de lo más normal, pero supuso un gran cambio para la sociedad de Edo. Los paraguas eran de papel, por lo que en las multitudes, si dos personas hacían chocar sus paraguas, ambos iban a terminar mojándose. El Edo Shigusa evitaba este tipo de situaciones.
Otras situaciones que encontraban su solución en el Edo Shigusa podrían ser el hecho de caminar de perfil en zonas muy transitadas y así evitar chocar hombro con hombro; ceder espacios a personas con mayor necesidad, en fin, un comportamiento que podríamos considerar lógico.
Sin embargo, también encontramos otro tipo de acciones que completaban el Edo Shigusa a otro nivel como el hecho de utilizar un lenguaje apropiado y acorde al contexto para así no deteriorar las relaciones personales; rechazar un regalo en una primera instancia para luego aceptar recibirlo también se consideraba un comportamiento ejemplar; O pedir perdón cuando alguien chocaba con otra persona pese a que fuera la perjudicada con un pisotón o caída. Ambos se disculpaban y la armonía era excelente. Se generaba un enjambre perfecto.
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