Hikeshis

Las ciudades suelen establecer una fuerza de extinción de incendios, por el bien de la ciudad evitando que toda ella arda en un incendio. 

Hikeshi significa “hi” (fuego) y “keshi” (apagar, extinguir). Por lo tanto, literalmente «apaga fuegos».

Los bomberos aparecen en tres categorías: 

Bukehikeshi de la clase samurai, que protegen la parte noble de la ciudad y los palacios,  Machibikeshi de la clase chōnin y los más frecuentes, compañías privadas que cuidan de la ciudad.
Daimyōhikeshiescogidos por sus señores entre los hikeshi mas diestros y encargados de proteger edificios importantes como edificios públicos, casas de registro o los depósitos de arroz. 

Algunos machibikeshi están contratados por comerciantes ricos y solo protegen la propiedad de sus contratantes, no teniendo licencia para trabajar para la ciudad. 
Ser bombero es típicamente un trabajo de medio tiempo, y la mayoría de los bomberos chōnin trabajan como obreros o artesanos.

Las compañías de bomberos son empresas privadas cuyos ingresos provienen del pago por librar de las llamas un inmueble. 
En este sentido, la identificación del estandarte de la compañía que está sofocando el incendio en cada casa es fundamental para organizar los pagos y para eso se usa el matoi de la compañía esto  (subiéndose con él al tejado).


El matoi es un estandarte que cumple con normas tradicionales, usadas para la identificación de brigadas y la comunicación.
Cada cuerpo de bomberos tiene su matoi propio con su diseño distintivo y el llevar uno es un honor especial, ganado a sangre y fuego por los integrantes de cada brigada. 

Durante un incendio, un portador de matoi  sube a la azotea de la casa que se está quemando para dar órdenes visuales a sus compañeros, esto es llamado “el resplandor”. 
Los portadores de distintos cuerpos de bomberos, compiten unos con otros para alcanzar el resplandor primero. Las peleas entre cuerpos de bomberos diferentes son muy comunes por que los ganadores se quedan con el derecho a apagar el incendio.

Cuando se detecta un incendio, los bomberos se reúnen y usan tobiguchis (largos ganchos)  para derribar las casas al lado de ellos para que el fuego se extinga solo. 

También usan hashigos, escalas, y unas especialmente altas son usadas para dar puntos de mando a los porta matoi que no pueden subir a los tejados por lo viejo de sus estructuras; el portador sube la escala mientras sus compañeros la sostienen fuertemente con las mano y los ganchos. Esto convierte a estos hikeshi en ágiles y no poco acrobatas.

Este método de contención de incendios, así como los oficios de los que se extraen estos bomberos, contribuyen a su reputación agresiva y dura.
Los bomberos tienen una reputación complicada. Por un lado, son héroes locales, salvan vidas y protegen la ciudad. Pero también tienen la reputación de ser groseros, estridentes y demasiado sexuales. 
En Ryoko Owari, de hecho, los kajinin actúan como una mafia, cobrando un extra por protección y extorsionando a los negocios, pero fuera de la ciudad de las mentiras son un gremio honrado. 

Hay una historia famosa, inmortalizada en una obra kabuki, de una trifulca entre un grupo de bomberos y luchadores de sumo. La lucha fue tan feroz que los dos grupos lucharon durante todo un día.


Los bomberos visten gruesos abrigos de algodón (hikeshi banten) que rocían con agua para protegerse del fuego.
Una vez extinguido con éxito, los bomberos invertían sus abrigos para mostrar los intrincados símbolos que los había protegido mientras combatían el fuego.

Las Hi no tō, o torres de fuego son instaladas para advertir a los hitashi locales de fuegos inminentes. 

Las torres tienen una campana para ser golpeada con un martillo de madera durante un cierto número de veces según el lugar y el tipo de incendio. 
Un toque significa un incendio a la distancia. 
Dos toques significan humo cercano, entonces el cuerpo de bomberos local debe prepararse para salir; el segundo más cercano tomaría las precauciones necesarias. 
Toques continuos significan que el fuego está declarado en la vecindad y, en ese caso, las filas del cuerpo de bomberos son aumentadas con voluntarios locales que llenan los cubos de agua. Entonces comienza la tarea ardua y desesperada tentativa de impedir que el incendio se expanda.

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