La ceremonia del té

La ceremonia del té, conocida como cahanoyu, chado, o sado, es una práctica tradicional y ritualizada que tiene siglos de antigüedad en Rokugán. 
La ceremonia del té se lleva a cabo idealmente en una sala de té tradicional llamada chashitsu, o en ochayas, casas de té mas masificadas y accesibles con varias salas para la ceremonia.

La ceremonia del té es mucho más que simplemente beber té; se busca crear un ambiente de armonía, respeto y tranquilidad mientras se disfruta de una taza de té matcha, un tipo especial de té verde en polvo.
Es una experiencia multisensorial que invita a los participantes a sumergirse en un mundo de calma y contemplación en medio de la rutina diaria.
Busca cultivar la atención plena, la conexión con la naturaleza y la apreciación de la belleza en lo simple. 

Durante la ceremonia, se presta especial atención a los detalles. Se aprecia la belleza de los utensilios utilizados, como el cuenco de té, el batidor de bambú y la cuchara de té. También se valora la estética de la decoración de la sala de té y la armonía entre los elementos presentes.

Cuando entra en la casa de té de una geisha, se espera de un samurai que deje su katana en la puerta (para evitar verter sangre en su interior).

1. Preparación

Antes de que comience la ceremonia, se realiza una cuidadosa preparación. 

Limpieza y purificación del espacio: Antes de comenzar la ceremonia, se realiza una limpieza minuciosa del lugar donde se llevará a cabo. Esto implica barrer el suelo de tatami, limpiar los utensilios y eliminar cualquier elemento que pueda perturbar la tranquilidad del espacio. La limpieza no solo se refiere a lo físico, sino también a la purificación espiritual del ambiente.

Decoración y disposición de los elementos: Una vez que el espacio está limpio, se procede a la decoración y disposición cuidadosa de los elementos necesarios para la ceremonia. 
Esto incluye la disposición de los utensilios del té, como el cuenco de té, el batidor de bambú y la cuchara de té, de manera ordenada y estéticamente agradable. 
También se puede agregar un arreglo floral sutil y natural, conocido como "chabana", que complementa la belleza del entorno.

Creación de un ambiente tranquilo: Se enciende un incienso especial, conocido como "ko-kō" o "ko-do", para crear una atmósfera fragante y relajante.

Ajuste de la iluminación y la temperatura: Se presta atención a la iluminación y la temperatura del espacio para asegurarse de que sean adecuadas. La iluminación suave y natural, proveniente de una pequeña ventana o de una linterna de papel, contribuye a crear una atmósfera íntima y tranquila. La temperatura se mantiene agradablemente cálida para el confort de los participantes.


2. Recepción

El anfitrión de la ceremonia da la bienvenida a los invitados individualmente y los guía a la sala de té. 
El anfitrión guía a los invitados hacia sus lugares designados y les invita a tomar asiento en un tatami, un tradicional suelo de paja.
La disposición de los invitados sigue una estructura específica, con el anfitrión ubicado en un lugar prominente y los invitados acomodados de acuerdo a su estatus o relación con el anfitrión.

3. Preparación del té: 

El anfitrión comienza por seleccionar cuidadosamente el cuenco de té, conocido como "chawan". Este cuenco tiene un diseño y una forma particular, y puede variar en estilo y tamaño según la ocasión y la temporada. El anfitrión elige un cuenco que refleje la estética y la sensibilidad de la ceremonia.

Una vez seleccionado el cuenco, el anfitrión lo sostiene con ambas manos y lo presenta a los invitados con una reverencia. Este gesto muestra respeto y gratitud hacia los invitados, así como hacia la tradición y la práctica del té. Es un momento de conexión entre el anfitrión y los invitados, estableciendo un ambiente de confianza y armonía.

El anfitrión puede tomar unos momentos para describir brevemente el cuenco de té, destacando sus características especiales o su historia si es relevante. Esta narración breve puede enriquecer la experiencia de los invitados y profundizar su comprensión y apreciación del arte del té.

Después de presentar el cuenco de té, el anfitrión lo coloca en un lugar destacado dentro del espacio de la ceremonia, generalmente en un tokonoma (un pequeño nicho decorativo). La ubicación y la disposición del cuenco pueden ser consideradas como una forma de arte en sí mismas, y se busca crear una composición estéticamente agradable que refleje la simplicidad y la belleza de la ceremonia.

La presentación del cuenco de té es un momento de reverencia y contemplación. Los invitados también muestran respeto hacia el cuenco y el anfitrión, agradeciendo por la oportunidad de participar en la ceremonia. Es un momento de conexión silenciosa y apreciación mutua, donde el té se convierte en un medio para compartir y experimentar la belleza de la cultura japonesa.

El anfitrión comienza a preparar el té matcha. Primero, calienta el agua en un hervidor de hierro llamado "kama". Luego, añade una cantidad precisa de té matcha en un cuenco especial llamado "chawan". Agrega el agua caliente al cuenco y lo bate vigorosamente con un batidor de bambú llamado "chasen" hasta obtener una consistencia espumosa.

4. Presentación del té: 

Una vez que el anfitrión ha preparado cuidadosamente el té matcha, llega el momento de presentarlo a los invitados. 
El paso de la presentación en la ceremonia del té es uno de los momentos más importantes y significativos. 
Durante esta etapa, el anfitrión tiene la tarea de presentar el té a los invitados de una manera cuidadosa y respetuosa, transmitiendo un sentido de armonía y belleza, y establecer una conexión especial entre el anfitrión, el té y los invitados.

El anfitrión toma el cuenco de té con ambas manos, sosteniéndolo con elegancia y reverencia. Con movimientos suaves y precisos, el anfitrión ofrece el cuenco a cada invitado, girándolo de manera que el frente del cuenco, conocido como "kuchikiri", quede orientado hacia el invitado.

El anfitrión, con una expresión serena y respetuosa, realiza una ligera inclinación hacia el invitado al presentar el cuenco. Este gesto muestra gratitud y honra a los invitados, creando un ambiente de cercanía y conexión.

Los invitados, a su vez, reciben el cuenco de té con ambas manos, demostrando su respeto y aprecio hacia el anfitrión y la tradición del té. Es importante sostener el cuenco ligeramente elevado, mostrando un gesto de gratitud antes de beber el té.

5. Observación y apreciación: 

Una vez que todos los invitados han recibido su cuenco de té, se lleva a cabo un breve momento de silencio y contemplación. Durante este momento, se aprecia la belleza del cuenco de té, así como la intensidad del aroma y la apariencia del té matcha.
Los invitados pueden girar ligeramente el cuenco para disfrutar de diferentes ángulos y apreciar la estética del té.

Antes de beber el té, es común que los invitados realicen una pequeña reverencia hacia el anfitrión para expresar su gratitud. Este gesto muestra reconocimiento hacia el anfitrión por su labor de preparación del té y por compartir esta experiencia con ellos.

Se bebe el té en pequeños sorbos, saboreándolo lentamente y apreciando su sabor único. Cada sorbo se disfruta plenamente antes de continuar, permitiendo que el aroma y el sabor del té impregnen los sentidos.
Se saborea lentamente, permitiendo que los sabores se desplieguen gradualmente en el paladar.

Una vez que los invitados han disfrutado del té, se aseguran de beberlo por completo para no dejar restos en el cuenco. Se realiza una pequeña reverencia de agradecimiento hacia el anfitrión y se coloca el cuenco de vuelta en su posición original.

6. Finalización: 

Una vez que los invitados han terminado de disfrutar del té, es apropiado expresar su agradecimiento al anfitrión por la experiencia compartida. Esto se puede hacer mediante una reverencia o palabras de agradecimiento, reconociendo el esfuerzo y la dedicación del anfitrión.

A menudo, se da la oportunidad a los invitados de compartir comentarios o reflexiones sobre la ceremonia del té. Pueden expresar sus impresiones sobre el sabor del té, la belleza de los utensilios, la armonía del entorno o cualquier otro aspecto que hayan apreciado durante la ceremonia. Estos comentarios ayudan a fortalecer la conexión entre los participantes y a enriquecer la experiencia compartida.

El anfitrión comienza a recoger y limpiar los utensilios utilizados durante la preparación y servido del té. Este proceso se realiza con sumo cuidado y atención, siguiendo los principios de la estética y la apreciación de la simplicidad en la cultura Rokuganí.

Con los utensilios recogidos, se realizan reverencias de despedida y se expresan palabras de agradecimiento una vez más. El saludo final es una manera de cerrar la interacción y mostrar gratitud por la experiencia compartida.

Finalmente, los invitados abandonan el espacio de la ceremonia en un orden establecido. Pueden tener la oportunidad de dar un último vistazo a los elementos decorativos o a los jardines que rodean el lugar, absorbiendo los últimos momentos de serenidad y belleza antes de partir.

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