Origen del Jiu-Jutsu

Todo empezó cuando el tercer Hantei prohibió a los campesinos portar armas. Los bandidos, trasgos, ogros y todo tipo de formas de maldad sacaron provecho de esta ley, y cuando los campesinos se volvieron hacia la clase samurai en busca de ayuda, se encontraron, en su mayor parte, que sus súplicas caían en oídos sordos. Fue Togashi Kaze, un Ise Zumi (monje tatuado) Dragón, quien cambió la faz de Rokugán con su estilo de lucha sin armas que él llamaba “manos y pies".

El Jiu-Jutsu se extendió como el fuego. Era fácil de aprender y Kaze era un maestro muy dotado. Viajó a una casa de té, fue hasta un samurai y le llamó cobarde a la cara, con voz alta y clara. Luego, salió fuera y esperó a que el samurai cogiera su espada. El samurai subestimó al monje desarmado (no tenía armas, después de todo) y rápidamente se encontró boca abajo en el suelo de la calle con la mano de la espada paralizada y el pie de Kaze sobre su nuca. Tales demostraciones públicas le hicieron popular entre el campesinado y bastante impopular entre otros círculos sociales.
 

Kaze continuó enseñando, Jiu-Jutsu por todo Rokugán a cualquiera que quisiera aprenderlo. Aquellos que aprendían, lo enseñaban. Después de muchos años, los samural empezaron a buscar al maestro para aprender su técnica de combate cuerpo a cuerpo, pero él se negó a enseñarlo a ningún samurai mientras el Emperador continuara prohibiendo a los campesinos llevar armas.
 
Finalmente, el propio Emperador requirió su presencia en la corte. Kaze aceptó la invitación. Cuando el Emperador pidió una demostración de la técnica de Kaze, el Ise Zumi se negó. Hantel se enfureció porque uno de sus súbditos desobedeciera una orden y ordenó al Campeón Esmeralda que matara al monje, pensando que podría ver la técnica de Kaze de una forma u otra. Kaze dijo al Emperador que no levantaría su mano contra el Campeón Esmeralda, ni siquiera para salvar su propia vida. Doji Kuzume, el Campeón Esmeraida, se negó a luchar contra un hombre que no se defendía. Kuzume dijo al Emperador que no podía asesinar a Kaze y suplicó permiso para cometer seppuku por haber fallado a su señor. El permiso le fue concedido.

El Emperador se volvió entonces hacia Matsu Noshin y le ordenó a él, como su primer deber como nuevo Campeón Esmeralda, que matara a Kaze. Sin un momento de pausa, el León desenvainó su espada y cortó en dos al hombre tatuado. Y así, Togashi Kaze murió sin haber enseñado su técnica a un solo samurái.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Gastronomía