Zashiki Warashi

Los Zashiki Warashi (座敷童子, «el niño del zashiki») son unos yōkai que, como su propio nombre indica, habitan en las zashiki (sala de estar con suelo de tatami), aunque a veces pueden aparecerse en otras estancias.


Por lo tanto, se trata de espíritus domésticos similares a los existentes en otras culturas.
Son considerados espíritus guardianes de la casa y se dice que una casa con un Zashiki Warashi prosperará y en ella entrará la riqueza, mientras que una casa que lo ahuyente, caerá en decadencia y ruina.
 
En muchos hogares, estos espíritus se hacen amigos de los niños de la casa, enseñándoles canciones, juegos y rimas infantiles. Se dice que también hacen compañía a las parejas ancianas o a las que no pudieron tener hijos.
Se dice que disfrutan de los dulces y las golosinas. Por ello, existe la costumbre de colocarles comida en el zashiki, e incluso poner monedas en los cimientos de la casa cuando se está construyendo.
 
Por lo general, estos espíritus suelen ser invisibles o casi.
Cuando son visibles, los Zashiki Warashi aparecen como niños de cinco o seis años y con rostros rojos sonrojados, vestidos con trajes de guerreros (si son niños) y con kimonos estampados y con el pelo corto y recortado o largo y recogido (si son niñas).
No obstante, se dice que los niños y los dueños de la casa pueden percibir a estos espíritus por sus bromas.
A los Zashiki warashi les encantan las travesuras. A menudo, las primeras señales de su existencia son un rastro de huellas de niños tras pisar ceniza o polvo, ruidos con juguetes, voces de niños o kagura (música sagrada sintoísta).

 
Si alguien sigue jugando tercera, tenéis este yokai en la pág 186 del Criaturas de Rokugán.

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