Tengu

La existencia de estos demonios en la mitología tiene su origen en el siglo VII, cuando eran conocidos como famosos enemigos del budismo y como asesinos de la vanidad, inmersos en cientos de historias sobre reencarnaciones de monjes arrogantes.
 
Según la tradición, estos seres nacen de un enorme huevo y viven en los árboles de las zonas de montaña, sobre todo en las copas de los pinos y los sugis.

La principal ubicación en la que se cree que habitan es Kurama, un pequeño pueblo al norte de Kioto.

En concreto, a los «Kurama Tengu», que es como se conoce a los que supuestamente viven en esta zona, se les conoce también como «tengu yamabushi» por su relación con los legendarios monjes ascetas.
 

Los monjes yamabushi

Antiguamente, a los monjes yamabushi (山伏, «guerreros de las montañas»), se les atribuían poderes místicos, como la magia (kobudera), y el curanderismo, así como técnicas ancestrales de meditación, conjuros y hechicería.

Estos monjes habitaban las montañas llevando una vida ascética como ermitaños.
Algunos monjes yamabushi llegaron incluso a automomificarse gracias a la profunda meditación.

Según las creencias shintō, los bosques y montañas son habitados por espíritus que provienen de otras existencias y, de forma sutil, viven en los árboles.
Los yamabushi eran mediums entre estos seres y nuestro mundo, y precisamente, gracias a los relatos de  sus visiones, es como llegó a conocerse que tenían forma humana, rostro colérico y enorme nariz.
 

Origen y simbología de los tengu

No es fácil saber de dónde provienen estos seres, pero parece ser que descienden del dios de la tormenta, hermano de la todopoderosa Amaterasu, la diosa Sol.
 
Dado su aspecto enrojecido y su enorme nariz, a veces se utiliza su imagen como símbolo de extranjero, aunque también representa las artes marciales.
De hecho, la labor principal de estos demonios era salvar a los guerreros de catástrofes, o ayudarlos en los combates, así como transmitir las artes marciales a las personas e iniciarlas en ellas.
Son protectores del ninjutsu (también llamado shinobi-jutsu), el «arte del espía,» de los ancestrales guerreros ninja japoneses del siglo XII.
 

Clasificación

Dentro de la mitología japonesa, los tengu están incluidos en el panteón de las divinidades menores (el equivalente griego serían los semidioses y los héroes) y hay dos tipos:

  • Ō Tengu (大天狗): «Gran Tengu», de aspecto humano y, generalmente, con una expresión feroz y amenazante, que presenta una gran nariz que representa el orgullo y la arrogancia.
    Tiene un abanico de plumas y viste en ocasiones una capa roja.
    Se les presenta vestidos como si fueran yamabushis, y con alas de águila.
    Son jefes de un pequeño ejército de karasu tengus.
  • Karasu Tengu (烏天狗): «Tengu Cuervo».
    Son más pequeños que los anteriores, con cabeza de cuervo y con pies y manos en forma de garra. También alados.
    Se encargan, entre otras cosas, de entregar los mensajes de sus jefes, los Ō Tengu.

Si alguien sigue jugando tercera, los karasu tengu son lo que el Criaturas de Rokugán presenta como kenkus en la pág 109. Es buen ejemplo de que una cosa es Japón y otra Rokugán, pues veréis que poco tienen que ver ambas versiones. 

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