Jigai

El jigai o jigaki (自害) –cuyo significado simplemente es “suicidio”, con una connotación femenina– es una aproximación femenina al seppuku. 
 
El seppuku es un ritual samurái, y solo un samurái tiene permitido realizarlo, mientras que el jigai va destinado a las mujeres que desean preservar su honor, pero no a cualquier mujer, si no a las samuráis o familiares del mismo. 

Así, una mujer de samurái, como plebeya no tiene acceso al seppuku, ni como mujer al jigai, pero como cercana a un samurái se la brinda el jigai. Esto quiere decir que el hermano de esta mujer no tendría derecho a ninguna salida más que matarse vulgarmente si lo desea. 

Por el contrario, una samurai-ko bien podría cometer seppuku por su condición de samurái, o jigai por su condición de mujer (samurái). 

El jigai tiene unas características que lo diferencian del seppuku:
 
Se lleva a cabo en solitario y ante la puerta de entrada del hogar. De ese modo, la mujer seguirá recibiendo a toda persona que cruce el umbral de su hogar, aún después de su muerte.
 
La mujer se quita la vida con un tantō, no con la wakizashi. 
 
La mujer se secciona de forma rápida la arteria carótida del cuello. La agonía y la disciplina exigida es mucho menor que en el seppuku.
 
La mujer se sienta en posición seiza (de rodillas) y ata sus piernas con una cuerda, para que al desfallecer, su posición no pierda la gracia y el equilibrio. Debe ofrecer majestad y elegancia con su postura, aún después de su muerte.
 

Así, el seppuku es un ritual de expiación, reconocimiento de la culpa, o protesta final ante un señor, mientras que el jigai es una manera de evitar destinos peores o afirmar lealtad al samurái, aunque bien puede leerse con las mismas connotaciones que el seppuku para las samurai-ko que opten por él (con una consideración de menor voluntad, pues evita afrontar la misma agonía). 
 
Este suicidio, aunque muy ritualizado, no es un ritual como el Seppuku; que requiere ayuno, un tiempo de meditación, la composición de un haikú y un asistente (kaishakunin) elegido para tal fin por quien se va a quitar la vida (seppukunin) a fin de que en el momento oportuno, le decapitara.
 
El jigai es muestra de lealtad cuando los esposos o hijos fallecen, pues la mujer sigue a sus seres queridos. También es una salida para mujeres que temen un ataque enemigo en el que puedan ser deshonradas o capturadas, o ante el que se niegan a ceder prefiriendo recibir muertas al enemigo en la puerta de su hogar –para esto, la rápida muerte de un corte en el cuello bien dado es buena solución incluso si el enemigo ya batalla dentro de tu castillo–

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