Haikus

El haiku es un poema breve de diecisiete sílabas, escrito en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas, aunque  algunas corrientes pueden usar una mayor variedad en el reparto de sílabas. 

 

Analizando al detalle, la cuenta de sílabas solo resulta apropiada en traducciones, pues directamente en japonés la medición es fonética, contando moras (unidad que mide la duración de los segmentos fonológicos que componen la sílaba).

 

En purismo, el haiku consta de 17 moras  dispuestas en tres versos de 5, 7 y 5 moras, sin rima.​ Excepcionalmente puede tener entre 16 y 23 moras, en cuyo caso se denomina hachô (haiku de metro roto). También hay haikus de 1, 2 o 4 versos. 

 

El haiku es complejo.​ Su misma brevedad obliga al poeta a significar mucho diciendo lo mínimo. Desde un punto de vista formal, el haiku se divide en dos partes. Una da la condición general y la ubicación temporal y espacial del poema y la otra, relampagueante, debe contener un elemento activo. 

Una es descriptiva y casi enunciativa; la otra, inesperada. La percepción poética surge del choque entre ambas. El haiku es una pequeña cápsula cargada de poesía capaz de hacer saltar la realidad aparente.

El haiku también puede compararse con el gesto del niño que señala con el dedo alguna cosa, diciendo tan solo: ¡mirá allá!, o ¡que bonito!, dejando la apreciación de lo señalado en el espectador, fuera de su explicación. Podría definírselo también como poesía de la sensación, que no pretende oscurecer algo con las palabras, sino iluminarlo.

 

La poética del haiku generalmente se basa en el asombro y la emoción (哀れ, aware) que produce en el poeta la contemplación ante la realidad (tipicamente en un espacio de pura naturaleza).

La composición suele contener alguna referencia directa o indirecta a la estación del año, mediante el uso de un kigo (季語) o palabra que evoca las estaciones. Los saijiki (歳時記) son listas extensas de palabras kigo que el poeta puede utilizar. 

 

Con el fin de acompañar el haiku, muchos poetas realizan una pintura que lo acompaña, el haiga. 

 

El autor del haiku es el haijin.

 

El jisei es un haiku de despedida de la vida, una tradición samurái por la que muchos samurái dejan su poema de despedida, que a veces componen poco antes de morir o antes de que llegue el momento, con la conciencia de que ese es su jisei.

 

 

Poesía, es una especialización de Narración, ya que la poesía de Rokugán no se limita al haiku, aunque sí es su forma más valorada.