Kabuki
El kabuki (Especialidad de Actuar) es el teatro tradicional, que se caracteriza por su drama estilizado y el uso de maquillajes elaborados en los actores. Se canta en estilo Utai.
Utiliza una extensión adicional del escenario conocida como hanamichi (camino florido), una calzada que se extiende hasta la audiencia en donde se hacen las entradas y salidas dramáticas. El escenario se utiliza no sólo como pasarela o camino para ir y venir del escenario principal, sino que también se representan en él escenas importantes.
Es conocido por su dramatismo visual, actuaciones intensas y representaciones exageradas. Los actores emplean gestos, movimientos y expresiones altamente estilizados. Las historias abordan temas como el amor, el honor, la tragedia y el conflicto, a menudo basadas en leyendas, cuentos populares o hechos históricos.
Algunas características importantes del teatro kabuki son el moye (el actor toma una pose pintoresca para establecer su papel), y el keshō (maquillaje).
El keshō provee un elemento de estilo fácilmente reconocible incluso por aquellos que no están familiarizados con esta forma de arte. El polvo de arroz es utilizado para crear la base blanca conocida como oshiroi. Sobre el oshiroi, se pinta el kumadori.
Este maquillaje se aplica con trazos gruesos y audaces, utilizando colores brillantes y llamativos. Cada color y patrón de kumadori tiene un significado específico y está asociado con ciertos arquetipos de personajes. Por ejemplo, el rojo puede representar valentía, pasión o ira, el negro puede denotar malicia o frialdad, mientras que el azul puede simbolizar la justicia o la determinación.
El kumadori no solo agrega un aspecto visual impactante, sino que también ayuda a los espectadores a identificar rápidamente la personalidad y el estado emocional de los personajes en escena. Este maquillaje distintivo es una parte integral de la estética y la presentación dramática del kabuki.
Este maquillaje se aplica con trazos gruesos y audaces, utilizando colores brillantes y llamativos. Cada color y patrón de kumadori tiene un significado específico y está asociado con ciertos arquetipos de personajes. Por ejemplo, el rojo puede representar valentía, pasión o ira, el negro puede denotar malicia o frialdad, mientras que el azul puede simbolizar la justicia o la determinación.
El kumadori no solo agrega un aspecto visual impactante, sino que también ayuda a los espectadores a identificar rápidamente la personalidad y el estado emocional de los personajes en escena. Este maquillaje distintivo es una parte integral de la estética y la presentación dramática del kabuki.
Existen tres categorías principales de obras kabuki: jidaimono (historia antigua), sewamono (actual o historia "reciente"), y shosagoto (piezas de danza).
Los teatros y escenarios kabuki se han ido sofisticando tecnológicamente de forma constante, y entre las innovaciones se encuentran los escenarios giratorios.
El mawari-butai (escenario giratorio). El truco se realizaba originalmente empujando en el escenario una plataforma redonda con ruedas. Más tarde se incrustó en el escenario una plataforma circular con ruedas debajo que facilitaban el movimiento, a veces representando simultáneamente las escenas de transición para conseguir un efecto dramático.
En el kabuki, los cambios de escenario se realizan a veces en mitad de la escena, mientras los actores permanecen en el escenario y el telón permanece abierto.
También son comunes los kuroko, tramoyistas que se precipitan sobre el escenario añadiendo y quitando atrezzo, telones de fondo y otros decorados.
Estos kuroko siempre van vestidos completamente de negro con capucha, y se ignoran como si no estuviesen sobre el escenario. Quedan fuera de la ficción.
Los kuroko también ayudan en cambios rápidos de vestuario conocidos como hayagawari ("técnica de cambio rápido").
Cuando se revela repentinamente la verdadera naturaleza de un personaje, se utilizan los recursos de hikinuki y bukkaeri.
Se trata de vestir al actor con un traje sobre otro y bien hacer que un kokuro arranque el superior rápido (hikinuki) o bien que el actor se quite el exterior como parte de la actuación (bukkaeri), de manera dramática.
El telón que protege el escenario antes de la representación y durante los descansos es de los colores tradicionales negro, rojo y verde, en distinto orden, o blanco en lugar de verde, a rayas verticales. El telón consta de una sola pieza y un miembro del personal lo descorre a mano hacia un lado.
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