Baile

Estos son algunos tipos de baile, posibles especializaciones para la habilidad de interpretación Baile (pág 98).

La danza kagura es una antigua ceremonia teatral japonesa, con música y baile, la cual se realiza en honor a los kami. Esta presentación consta de numerosos actos, divididos en dos partes principales (la primera, baile de preparación e invocacion, la segunda, baile de los sacerdotes para honrar al kami). 

Existen dos tipos de kagura, el mikagura que es exclusivo de la corte y el sato kagura que es propio de los matsuri populares, donde se combina con flautas traveseras y tambores.

 

El kabuki buyo es el baile del que nació el Kabuki, el arte escénico. Todavía se baila aunque ha ido cayendo en desuso a favor del Kabuki escénico. Es apto tanto para samuráis como plebeyos.

 

El bugaku es la danza de la corte. Se caracteriza por sus movimientos lentos, precisos y regios. Los bailarines visten intrincados trajes tradicionales, que suelen incluir máscaras igualmente hermosas. El patrón de música y danza suele repetirse varias veces. Se realiza sobre una plataforma cuadrada, generalmente de 6 metros por 6 metros. Va acompañado de música gagaku (música de la corte).

El otomai es una danza popularizada en la corte de Otosan Uchi de los Hantei, que todavía se conserva por su valor clásico pero ha sido sustituida por el bugaku.  Se ha mantenido vivo por las geishas, quienes se han vuelto sus principales practicantes.

El buyo es una danza a la par refinada y clásica, apropiada para la casta samurái pero que no se cierra a ninguna casta. 

Los bailarines, hombres o mujeres, suelen usar kimonos coloridos, cuya sencillez o majestuosidad depende de la ocasión en la cual se celebre la danza. El atuendo puede ser acompañado de pelucas o katsura, mientras que el uso de los abanicos sensu es fundamental para otorgar mayor delicadeza a cada movimiento. El color de los kimonos puede variar según la época del año, para representar las estaciones, incluso la edad o sexo del personaje. Cuando es interpretado por geishas, el abanico suele ser sustituido por una rama larga de cerezo.

La música que marca el ritmo del Buyo es la nagauta, un tipo de canción de larga duración, específica para el buyo en la cual se cuenta una historia que es personificada por los bailarines, quienes transmiten emociones a través de la danza. El intérprete de la canción es acompañado por instrumentos musicales como la flauta de bambú, los tambores o taiko, o los tambores de mano conocidos como kotsuzumi.

Es un tipo de baile refinado que ha ido tomando forma gracias a las influencias del teatro popular kabuki, el teatro dramático noh, los bailes kagura y bugaku, y hasta del kabuki buyo.

 

El kenbu (剣舞), baile de espada, se realiza con hakama y kimono usando tabi (un tipo de calcetines).
Se pueden usar varios otros elementos incluido hachimaki (diadema para mantener el cabello recogido hacia atrás) y tasuki (tira de tela blanca que ata las mangas del kimono para apartarlas).

 

 

El shibu (詩舞) también se llama senbu (扇舞), baile de poesía o baile de abanicos. Se realiza con hakama y kimono, aunque en algunos casos la hakama puede rechazarse en favor de un kimono más largo. Algunas representaciones también incluyen sombreros de paja de punta pronunciada que ocultan los rostros de los artistas.

 

La tora-odori (虎踊り) más que una danza plebeya es una actuación acrobática. Los participantes ruedan por el suelo, se suben a hombros de otros y realizan todo tipo de acrobacias. Y por esta razón es tan vistosa y admirada en los matsuri de verano. Se cree que previene los incendios y otorga seguridad, especialmente en los viajes.

 

El shiawase-odori es una danza sencilla y alegre, plebeya, que solo tiene por objetivo la alegría y el festejo. Probablemente sea la danza más bailada en Rokugán, pero no por la casta samurái. Hay tantas variantes de este baile que básicamente hay un tipo por cada zona.

Es un baile de verano, que se baila por todo el Imperio con yukatas (kimono más ligero, de verano) al ritmo del shamisen, los taiko, y las shakuhachis.

 

El yosakoi es un baile plebeyo y juvenil. Solo los niños lo bailan. Gritos, sonrisas y energía explosiva. Además de las chaquetas happi, y yukatas de colores estridentes, el yosakoi destaca por los naruko, unas pequeñas tablillas de madera (tipo los hyoshigi) que los niños llevan en las manos y que hacen chocar para mantener el ritmo de la música y el baile.

 

El bon-odori es el baile típico de la festividad del obon y tuvo su origen como un baile popular religioso para dar consuelo a los espíritus de los difuntos. Suele ser bailado tanto por hombres, como mujeres e incluso niños.

En general, todo baile puede ubicarse en uno de los tres grandes bloques de danzas; Mai, de movimientos lentos y solemnes, Odori, danza rápida y muy alegre, o Shosa, expresión de sentimientos y emociones.